Tu peque tiene una percepción del mundo diferente a la tuya/vuestra. Es importante que compartáis vuestras necesidades desde la escucha. Los gritos y los castigos no proporcionan herramientas para una comunicación sana.
“No hay quién le aguante, es rebelde, vag@, está todo el día metid@ en su cuarto, miente, me contesta mal, tengo miedo de que…” ¿Te suena? ¿Repites con frecuencia una o varias de estas
afirmaciones?
De padres a hij@s repetimos el mismo mantra sin conseguir comunicarnos con el mundo de la adolescencia, culpándoles de todos nuestros males y esperando que se les pase “la tontería”. En muchas ocasiones la tontería nunca se pasa y vuestra nula o mala relación perdurará.
Os acompaño para que podáis descubrir una manera diferente de relacionaros.
Los conflictos por conversaciones pendientes o mal gestionadas pasan incluso de una generación a otra.
¿Cómo cambiaría tu vida si la relación con tu pareja, herman@s o cuñad@s fuese diferente? ¡Anímate a descubrirlo!